Cuando comienzas a leer Trilogía de Jon Fosse, llega un sano desconcierto, un sabor extraño, bíblico, de antaño, pero inmediatamente después el tiempo narrativo se cuela como una serpiente que se lleva todo con ella.
La broma infinita. Dos meses con David Foster Wallace
Escribimos para entender el mundo, al menos, en mi caso, esa es mi motivación. Me pregunto entonces si Foster Wallace quiso entender su mundo escribiendo esta novela, si quería respuestas o bien, fue precisamente la escritura de esta obra lo que acabó con él. Es cierto que podemos sucumbir a nuestra propia escritura, ser devorados por ella.
La lluvia amarilla de la memoria.
La memoria afectiva, la memoria desdibujada, la memoria confusa y quebradiza, teje una gasa en torno a la trama en la que cómo insectos, los personajes aletean, difusos, pero construidos por imágenes muy impactantes que nos dejan sin aliento.
Mircea Cărtărescu, nostalgia y metamorfosis
Mircea Cărtărescu se acerca a los objetos con una lupa y penetra en ellos, extrae el movimiento de lo estático, el color a lo transparente y la música al silencio. Es un brujo, hace de la palabra una pócima que vamos tragando, que nos hipnotiza o envenena, que nos golpea, sacude y hasta puede enfermarnos.
Leer el ULISES de Joyce en el siglo XXI
El lector debe ser creativo, escribir junto a Joyce, completar, interpretar, imaginar y, sobre todo, improvisar. Sí, improvisar, porque nada es lo que parece, todo en esta obra es una explosión continua de genio. Y, como decía Shopenhauer «El talento alcanza un objetivo que nadie más puede alcanzar. El genio golpea un objetivo que nadie más puede ver». Ahí está la clave.
La señora Dalloway o la escritura simultánea de Virginia Woolf.
El lector va preguntándose quiénes son, si viven la vida que creen vivir o quizá, desean otra. Y en esta búsqueda, suenan las horas que marcan el tiempo de la novela, de la mañana a la noche, recogiendo, mientras tanto los susurros de media docena de voces.
Carta a un joven poeta de Rainer María Rilke
«...entre en usted mismo y sondee las profundidades de las que surge su vida»
El cuarto de atrás de C. y la escritura
El cuarto de atrás es ese espacio de libertad, único, en el que solo vivimos para crear, al que volvemos una y otra vez, porque la puerta siempre está entreabierta. ¿Cómo se empieza a escribir una novela?
Aprendizaje y placer con Clarice Lispector
Sus textos son aparentemente caóticos como un sueño. Su vida no lo fue. Tuvo una buena vida que vivió a flor de piel, es cierto, pero fue una buena vida, pese al exilio familiar, pese a la falta de medios en la infancia.
La muerte de Virgilio o el poder de la escritura de HERMANN BROCH.
Leer La muerte de Virgilio es entrar en trance, vaciarse de uno mismo una y otra vez.
Déjame ir, madre. La voz de HELGA SCHNEIDER.
¿Es posible renunciar a una madre?¿Podemos sacudirnos el pasado de un plumazo? No. No podemos tirar el pasado a la basura, pero quizá sí podamos iniciar el «ritual de enterramiento» de ese pasado. La escritura nos ayuda, casi siempre, a entender lo que nos pasa. Es una
La autopublicación, ¿Es un buen camino para el escritor?
Antes de decidiirte por la autopublicación de tu manuscrito, piénsatelo dos veces. No dejes que las prisas y la vanidad confundan el camino.
El barón rampante de Italo Calvino o la Ilustración.
El corazón de esta historia es la desobediencia y la libertad, pero no desde la violencia sino desde la calma, desde la seguridad del que no impone. Y aquí radica el encanto. No habla del bien o del mal, ni de quién ostenta o no la razón, sino que habla de la capacidad que cada uno tiene de elegir su propio destino.
Faulkner. Mientras agonizo. Elementos de anclaje.
Decía Faulkner que «el artista debe ser despiadado». En esta excelente novela, él, lo es. Nos adentramos en este libro como en El ruido y la furia, o como en cualquier otro texto del autor: a ciegas.
Leer Anna Karénina de Lev Tolstói en el siglo XXI
La novela «Anna Karénina» recrea con sumo detalle cada gesto y cada mirada, las manos de sus protagonistas, como alas de mariposa, recorren el espacio de entendimiento y desencuentro entre los personajes. Y ahí está el lector para preguntarse sobre sus propias decisiones y enfrentarlas a las de los personajes.
Bobin. Autorretrato con radiador
Autorretrato con radiador es un duelo, es una canción que atraviesa los días del año, es una bella ofrenda a la muerte.
Marianela. Galdós y la otra belleza.
Los personajes que forman la historia no son lo que parecen, los ángeles son, en realidad, demonios, todos persiguen algo, pocos lo consiguen. La razón contra las supersticiones, la otra belleza, la naturaleza frente a lo divino, la caridad frente a la bondad, los sueños que se desvanecen ante un destino que se impone.
El maestro y Margarita o la omnisciencia
Hay novelas que suenan, que todo en ellas se mueve y a veces sientes que tú te mueves con ellas. No hablo de novelas de aventuras sino de novelas que logran arrancar al lenguaje mucho más de lo que aparentemente puede ofrecer. Es el caso de la novela El Maestro y Margarita del escritor ruso Mijail Bulgákov.
La campana de la locura. Sylvia Plath
Y es así como el conocimiento socrático intenta arrojar un poco de luz a la locura a través de la exposición de esos sentimientos. La locura está en el cerebro ¡Qué grande era Sócrates!
Yukio Mishima. El pabellón de oro. Dolor y belleza.
Mishima crece de espaldas al mundo, pero frente a lo que desea, y es ese deseo prohibido lo que le hace sufrir lentamente. Según sus palabras, es ese sufrimiento lento, el único sufrimiento posible.
Literatura, mujeres y premios. Una historia revisada.
Una revisión de los premios literarios y nosotras, las mujeres que escribimos. ¿Qué ha sucedido en los últimos 100 años? ¿Está cambiando la tendencia?
Elfriede Jelinek. La sublime imperfección.
Al igual que el personaje de la profesora, Erika K, la autora, en su encierro, vive su imperfección, lo hace entre cuatro paredes y mete sus deseos dentro de un armario al que llama novela.
Boris Vian y el sonido de La espuma de los días
En sus páginas hay belleza, movimiento, espacios, símbolos, metáforas de situación enternecedoras y una tristeza agridulce que te envuelve como una manta raída.
Bernhard. Relatos autobiográficos. Un viaje sin regreso.
Leer a Thomas Bernhard es un acto de reconciliación con el pasado, con el oficio de escritor, con la soledad y, sobre todo, con la vida misma. Es el vuelo circular de la muerte, el apoderamiento de las conciencias ajenas. Leer a Thomas Bernhard es exprimir la vida hasta caer rendido.
Cómo escribir una novela y no morir con ella.
No existe un método infalible para escribir una novela, no existen los famosos «diez pasos» para escribir una novela, ni veinte, no existen recetas milagrosas, ni guías sencillas, ni pócimas mágicas, ni atajos, ni pastillas de colores.
Knut Hamsun. Hambre o el personaje circular.
Entre la casa de empeños de Pilestradet, el café Oplandske, la oscuridad de los portales de Torvgaten y al abrigo del bosque de Bogstad, deambula en círculos casi perfectos un escritor sin nombre.
Marguerite de Yourcenar o la reconciliación.
¿Es posible que cincuenta años más tarde, un día, el escritor relea un texto propio y se identifique completamente con él hasta el punto de poder haberlo escrito esa misma mañana?
Al faro o la distorsión de Virginia Woolf
Frases que se enroscan en partículas de polvo, pensamientos que trepan por los hilos de una vieja cortina, miradas que van de una orilla a otra, de una ventana a un lienzo en blanco. Brochazos, gestos y la vida misma que revolotea entre las vigas de una casa de verano en la costa escocesa.
La vida breve. Onetti. Instrucciones de uso.
Uno puede intentar abordar su lectura ataviado con una brújula, dos cantimploras y un mapa del territorio; o, por el contrario, acompañar a su protagonista a través de los laberintos de su conciencia, de los espejos y los sueños, como un niño va de la mano de su madre o padre, el primer día de escuela: confiado, pero cauteloso.
La poesía, mi padre y León Felipe.
Me contaba mi madre que, cuando ella y mi padre eran novios, viajaron a Ciudad de México a visitar a la familia paterna en el exilio. Mi madre, joven e ingenua, quedó fascinada por aquella tierra que abrazaba y ensalzaba la poesía de León Felipe.
Cinco minutos con Milan Kundera
Títulos de Musil, Melville, Jelinek, LagerlÖf y tantos otros, apenas se encuentran en las librerías, ni siquiera en plataformas digitales. en ocasiones no puedo incluir títulos de magníficos escritores en los clubs de lectura porque no se pueden adquirir.
El ruido y la furia. Faulkner. Instrucciones de uso.
Leer a Faulkner, en ocasiones, es un acto de entrega incondicional a lo desconocido. Adentrarse sin linterna en una caverna oscura, listo para ser puesto a prueba. Cuando uno decide sobrevolar el universo del rompecabezas El ruido y la furia, debe armarse de confianza, la confianza en la Literatura, la otra Literatura.
¿Qué es una CATA DE LIBROS?
Las CATAS DE LIBROS son debates, reuniones de lectores con un libro ya leído bajo el brazo. Seres que se entregan a un viaje, de más de dos horas, por la vida del autor, su obra, influencias, textos y por aquellos aspectos de su crecimiento que pudieron marcar su literatura, la voz o los temas a los que regresan una y otra vez. En las CATAS DE LIBROS nos acercamos a los autores desde la historia de su pais, la sociedad que los vio formarse y descubrimos sus obsesiones profundizando en la lectura del libro propuesto.
¿Qué es un taller de escritura?
Un taller no es un discurso del método, un puñado de consejos vacíos, un cuaderno de apuntes, ni repasar la vida de medio centenar de autores; sino un campo sembrado de experiencias donde ves crecer los textos, los riegas, los podas, los abonas, los pules y al final los haces tuyos.
Las Tres mujeres de Robert Musil
La sucesión de símiles, metáforas y figuras narrativas varias, nos envuelven en la primera página y ya no nos abandonan hasta que en el último relato, el de la silenciosa y enigmática Tonka, aflora, finalmente la intención última del autor: diseccionar en la mesa de su laboratorio las relaciones de poder...
La mancha en la pared de Virginia Woolf
Es un relato inquietante, donde reina un manejo magistral de la transición. Liga de manera fluida, armónica y con un ritmo cuidado, cada idea, cada regresión...
El ortónimo Fernando Pessoa
El desdoblamiento del escritor es un acto necesario, su multiplicidad es, quizá, privilegio de tan solo unos pocos. Cuando ese desdoblamiento se practica una vez, resulta casi imposible no seguir intentándolo, no empeñarse en ejercitar el músculo del ser múltiple, habitante de universos inventados pero reales. Y si no, ¿por qué escribimos?
Desde La Montaña mágica de Thomas Mann
El amor, parte del desierto del tiempo, latente en cada página, nos acoge de una manera agria y dulce al mismo tiempo, enredado en una pura contradicción, al igual que en la vida.
La rata de Zaniewski. Literatura no complaciente.
Allí fuera hay una guerra, una guerra humana que no está definida, puede ser cualquier guerra. La sociedad llevada a lo más esencial, a lo básico: comer, dormir, copular y sobrevivir; pero sobre todo huir. No importa si somos hombres o animales, eso no cambia. Las emociones, no descritas, existen, son las del lector, es él quién las pone en el texto, es el lector quién completa lo que Zaniewski narra.
«La última carta» de Ophèlia Queiroz a Pessoa
He llenado mi vida entera de recuerdos, los he hecho mi presente e incluso he permitido que tejieran mi futuro. Un corazón joven, abierto y desprevenido es un músculo propenso a guiarnos a ciegas por caminos que, erróneamente, a esa edad, creemos eternos.
CATAS DE LIBROS. Club de Lectura de la plaza.
Queremos acercar la lectura a la escritura, leer de otra manera, tener una experiencia de lectura rica. Queremos profundizar más en los textos, ser algo más creativos cuando leemos. Por ese motivo, desde hace años, diseñamos unas jornadas muy especiales y diferentes, en las que mezclamos muchas cosas, el vino es una de ellas.
La mirada del payaso de HEINRICH BÖLL sesenta años después.
El lector debe ser creativo, escribir junto a Joyce, completar, interpretar, imaginar y, sobre todo, improvisar. Sí, improvisar, porque nada es lo que parece, todo en esta obra es una explosión continua de genio. Y, como decía Shopenhauer «El talento alcanza un objetivo que nadie más puede alcanzar. El genio golpea un objetivo que nadie más puede ver». Ahí está la clave.
Urueña, Villa del libro. Sí, estuve allí.
Muy cerca de Valladolid hay un pueblo que tiene alma de libro: Urueña. Este rincón ha sido bautizado como Villa del libro. ¿Puede haber un título más bello? Es un lugar tan sensible que dicen que en 1775 sus habitantes sintieron el gran terremoto de Lisboa.
Hablamos de Literatura con Pepa Roma
«No creo mucho en las tramas trepidantes, aunque sí en un buen argumento que depende del uso inteligente del lenguaje para tratar un tema.».